Enfrentar la vida cotidiana con algún trastorno o condición de salud mental, resulta muy complicado, incluso para las pequeñas cosas.

Escribí esto con la intención de explicar las dificultades que he tenido para construir algún tipo de relación padeciendo trastorno límite de la personalidad, lo hago refiriendo a todo tipo de relaciones: de pareja , familiares y sociales.

La intención es poder visibilizar los que se vive con un #trastornomental y difundir #MásInfoMenosEstigma

Para la mayoría de las personas, relacionarse con los demás y tener una pareja o hacer amigos es algo natural, incluso sencillo, la mayoría de las personas ni siquiera tiene que esforzarse, simplemente sucede.

Comienzan nuevas actividades, encuentran personas que comparten gustos e intereses, con algunos conectan instantáneamente y nace una amistad con mayor cercanía.

¡Yo solía ser así!
Pero ahora, parece que no sé cómo hacerlo.

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No es que la gente no trate de ser mi amiga porque sí me pasa, más bien soy yo que no sé cómo aceptar su amistad, especialmente en “esos días”, días en los que no sé ni quién soy, días en los que mi trastorno parece llevar el control.

Todo eso me confunde, me preocupa y llego a creer que es más fácil no acercarse a nadie. Tengo algunos familiares y amigos a los que adoro, pero por alguna extraña razón, incluso con ellos resulta difícil acercarme cuando estoy así.

No es que no quiera más gente en mi vida, de hecho intento formar relaciones significativas, construidas sobre la confianza, el respeto y la honestidad, justo esa es la lucha que enfrento contra lo que quiero y lo que mi mente quiere hacerme creer.

– ¿Y si me hago dependiente?
– ¿Y si por el contrario, dependen de mi?
– ¿Y si me invitan a algún lugar, y tengo que conocer más gente?

Son dudas que siempre me agobian.

-“Estoy bien como soy, no necesito amigos, no necesito a nadie”.
– Esa es mi ansiedad cuestionándome.
– Es mi TLP polarizando sentimientos.
– Es depresión haciéndome sentir menos.
– Es la inestabilidad de mi mente confundida.
– Y sea cual sea el trastorno, siempre nos dice algo al respecto.

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Estoy plenamente consciente de que la mayor parte de esas dudas son absurdas, pero eso no consigue que los temores y las preocupaciones que tengo acerca de hacer nuevos amigos se extingan.

En gran medida, soy una persona increíblemente lógica y racional; son justamente cosas como éstas, las que no puedo entender a veces y ser totalmente irracional en esto, me hace sentir terriblemente mal.

Porque, si no puedo entenderme yo, ¿cómo puedo esperar que alguien más lo haga?
Siempre estoy luchando con el miedo al abandono.

Mi mente funciona de una manera que si alguien no ha contactado conmigo, o no respondió a un mensaje, o no contestó su teléfono, automáticamente salto a la peor conclusión posible: “hice algo mal, ya no quiere saber de mi, me ha engañado y no me quiere”. O incluso pienso en eventos desafortunados: “¿y sí tuvo un accidente? ¿y si se encuentra en el hospital? ¿y si ha muerto?”

El lado racional de mi cerebro sabe que es probable que nada de eso sea cierto, que más bien, la persona a la que contacte debe estar ocupada o simplemente se quedó sin batería; pero la próxima cosa que hago, es comprobar en Facebook su última conexión o si publicó algo en alguna red social.

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Sé lo irracional que puede sonarle a algunos -suena irracional incluso para mí- pero es la forma en que actúo. Lo único que sé es que me importa profundamente lo que pasa en la vida de los que amo y la idea de perder a alguien que me preocupa mucho, me aterroriza.

Otra de las dificultades que tengo, es que a menudo asumo que la gente sólo está siendo amable conmigo porque quiere algo de mí. Me cuesta mucho confiar completamente en las personas.

Como a la mayoría, me han herido y decepcionado, pero los demás pueden aceptar que eso es sólo parte de la vida y que no todos los que te rodean son iguales o harán lo mismo.

Pero a veces, mi cerebro no cree en eso. Si conozco a alguien y me invita a alguna parte, mi primer pensamiento suele ser: “¿Por qué querría invitarme a mi?” A veces no veo los aspectos positivos en mí, así que siempre supongo que nadie los ve.

Tengo la apariencia de alguien que no le importa lo que los demás piensen, tengo mi propio estilo, uso ropa que me encanta (independientemente de la moda) y siempre he caminado por mi propio camino.

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La gente asume que soy cool y que confío en mi, pero la verdad es que constantemente busco la aprobación de todos. Me resulta difícil aceptar que alguien quisiera pasar tiempo conmigo sólo por la razón que disfrutan de mi compañía.

Mi “yo normal” es probablemente diferente al de muchos, me doy cuenta de que la mayoría de la gente no piensa de la misma forma que yo, por lo que esta es una de las principales cosas que me hace querer huir cuando alguien está tratando de iniciar una amistad conmigo.

Al principio puedo ocultarlo todo excepcionalmente bien, me muestro con seguridad y alegría, pero de pronto, la lucha interna de pensamientos vuelve a ocurrir:

– ¿Qué sucede si se sobrepasa esa línea?
– No puedo pretender ser una persona diferente todo el tiempo.
– ¿Se debería invalidar la amistad, si no soy la persona que piensan que soy?

He aceptado mi condición de salud mental y no me apena, pero, eso no significa que revele todos mis secretos a cualquier persona que conozco.

Los que sí me conocen en la vida real saben que enfrento este trastorno, el trastorno límite de la personalidad , entre ansiedad, depresión , ataques de pánico, etc., pero son muy pocas las personas que realmente saben lo que pasa en mi cabeza, porque sé que no todos lo podrían aceptar y asimilar.

Aprender a conocerme puede ser confuso, difícil o incluso fastidioso -lo entiendo- pero por favor, si alguien ha leído hasta aquí y aún así quiere ser mi amigo, sólo le digo: GRACIAS.

Por favor, no dejes de intentar conmigo.
Por favor, continúa invitándome, incluso si rechazo la oferta.
Por favor dime que está bien ser como soy.
Por favor, entiende que esto es difícil para mí.
Y por favor -por encima de todo- debes saber que sí no desistes, te prometo que: en mi tendrás una persona que te brindará su amistad y apoyo incondicional, para toda la vida.

Texto de: Iliana Romero M para #TLPMéxico
#NoLeDigasÉchaleGanas
#CompartiendoExperiencias
#TodosLoPodemos

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Información generada por la redacción de la Revista Sentido de Mujer para la sección especializada en Salud Mental